He dejado de escribir.
Y es hasta ahora que se el porqué.
El escribir es una forma de arte. El arte en sí–como todo artista conoce, nace y crece de la pintura del artista–las emociones.
El estar en un trance hace que la pintura se seque. No hay manera de plasmar ni endentar en el mundo todo aquello que uno siente si no se sabe llegar a ese lugar del alma que suplica salir.
Las emociones. Cómo no lo descubrí antes? El sentido–el sentir es el puente que nos une a la realidad.
El mundo y el cuerpo. Todo ya está en su lugar, solo hay que presionar mas fuerte con el paso del tiempo para dejar correr la pintura.
La vida cada día nos oprime los sentidos, hasta no dejarle otra alternativa al alma mas que callarse. El silencio, la incertidumbre, y el miedo nos deja sin pintura. Es así como el artista cede su herramientas al abismo de la conciencia.
Las emociones–como tales musas–le dan vida al artista.
Si, he dejado de escribir. Pero como con todo, se necesita callar los sentidos para que el silencio nos recuerde de cómo el sonido da luz a la voz del artista.
Se podría decir que he retomado las herramientas para dejar que la pintura fluya. Voy despertando, vuelvo a sentir.
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